A veces parece que las grandes ideas surgen de la nada. Cada día nuestras manos y nuestros ojos pasan por infinidad de objetos sin plantearnos cómo surgió la idea en la mente de sus creadores. Y, quien dice objetos, dice historias, soluciones, servicios, Apps…
¿Crees que siempre el primero que tiene la idea es el que la desarrolla?
No tengo la respuesta. Lo que sí sé es que muchas veces nos vienen ideas geniales que no llevamos a cabo por… Creatividad tenemos todos. Unos la obvian y otros no, unos la alimentan y otros no. Te recomiendo la charla TED de Elizabeth Gilbert «Darle alas a la creatividad», que ya he nombrado anteriormente en este blog, en la que habla de que las ideas están flotando y si tú no las coges, vuelan hasta la mente de otra persona que la aprovecha. Hay que estar atento y en estado de presencia para no dejar pasar las buenas ideas.
El momento ducha
¡Que levante la mano el que no haya tenido una gran idea en la ducha! Parece que es un gran momento para la creatividad que, caprichosa ella, elige ese instante en el que no puedes apuntar nada. ¿Por qué sucede?
Según los expertos, los momentos ahá (también llamados eureka) en los que nos llega una gran idea, son posibles cuando tenemos claridad en la mente, dormimos lo suficiente, disfrutamos de un estado de ánimo optimista y las distracciones a nuestro alrededor son mínimas. Y la ducha, especialmente la matutina, cumple la mayoría de estas características: estamos despreocupados, realizamos una actividad automática a la que no prestamos atención (por eso un ejercicio de mindfulness informal para practicar la atención y la presencia es tomar una ducha consciente) y damos rienda suelta a las ideas. Además, no hay distracciones externas, salvo que te duches en compañía…
Despertar la creatividad
Partiendo de estas premisas y del hecho de que todo se puede entrenar, voy a compartir contigo algunos momentos que estimulan la creatividad:
- No hagas nada
¿A que mola? ¿Te imaginas que esta fuera la solución a todos tus problemas? No te emociones que no te sugiero la pereza ni la vagancia. Se trata más bien de dejar espacio en la mente para que las ideas aparezcan. O, si ya están en tu mente pero no las ves, dejar que se filtren entre los demás pensamientos como hacían los buscadores de oro con esos grandes coladores. Deja reposar la mente para que se asienten las ideas.
Para ello, haz paradas cortas a lo largo del día. Por ejemplo:
- Date una ducha,
- da un paseo consciente,
- medita,
- siéntate y centra tu atención en la respiración unos minutos (recuerda que si te fijas en el paso del aire por las fosas nasales estás dando claridad a tu mente),
- haz alguna actividad automática que no requiera de tu atención,
- duerme. Muchas veces las soluciones nos llegan durante la noche justo al dejar de prestar atención al problema que nos preocupa.
2.- Busca momentos inspiradores
Si ya sabes que tus mejores ideas te llegan cuando conduces o al hacer ejercicio o solo si escuchas un determinado tipo de música, ¿qué haces leyendo este artículo? Ya tienes tu propio truco. Si te funciona, si ya tienes definidos tus momentos inspiradores, ¡a por ellos! Eso sí, te agradecería que me los contaras en los comentarios para ir incrementando la lista y ayudar a más personas. Gracias :).
3. Escucha y lee
Es decir, aprende de los demás. A veces, una simple palabra de otra persona ayuda a tirar del hilo de la propia creatividad. Una pregunta bien planteada hace que te cuestiones algo que te hace reaccionar, cambiar tu punto de vista y ampliar tu visión (si te has metido en la visión de túnel).
Busca información, contrasta, lee un libro o ve a tomarte unas cañas con tu pareja o con amigos de los que dan buena conversación. Si no te surge ninguna buena idea, al menos habrás disfrutado del momento.
4. Escribe
En los talleres y cursos de escritura se ofrecen infinidad de ejercicios para estimular la creatividad. Muy útiles también en momentos de bloqueo creativo. Por ejemplo, haz una lluvia de ideas en torno a un tema o palabra (algún objeto que tengas cerca si no se te ocurre nada mejor, o una palabra aleatoria del diccionario). Escribe palabras asociadas sin pararte a pensar. Cuantas más mejor.
Las páginas matutinas son un ejercicio diario que ayuda a despejar la mente y estimula la creatividad. Y hay mucha más. Si te interesa despertar tu mente con la escritura, en mi web ofrezco un taller online y clases personalizadas.
Sobre qué hacen los escritores ante un bloqueo creativo te recomiendo el artículo que escribo David Orell en su blog en el que varios escritores (incluida yo) cuentan sus trucos.
5. Haz cosas nuevas
Vaya, antes te decía que no hicieras nada y ahora que hagas cosas nuevas. Es la otra cara de la moneda.
Estimula tu creatividad probando soluciones diferentes a las que acostumbres, cambia de ruta en tus caminatas habituales, practica un deporte nuevo, aprende otro idioma, toma clases de dibujo… Las novedades son un estímulo maravilloso para la mente.
Como explico en el libro «Entrena tu atención para lograr tus metas», cuando haces algo por primera vez, pones el foco en todos los detalles ya que no sabes y necesitas aprender; no hay automatismos ni vicios. La creatividad está ahí, a tu disposición, para ayudarte con lo nuevo.
6. Juega
El juego es un gran motor para la creatividad, en todas sus vertientes. No te cuento nada nuevo, ¿verdad? A veces los adultos nos olvidamos de jugar. Una pena porque con el juego damos vida al cerebro. Muchos coach utilizan el juego en sus programas. No hace falta ganar, da igual si pierdes, ese no es el objetivo. La resolución del juego en sí es lo interesante. Juega a las muñecas, al parchís, a las cartas, a la pelota, a las palabras encadenadas, al teléfono loco… Juega con niños o con adultos. Juega y dale vida a tu mente. Juega y diviértete.
Con todas estas ideas no me digas que no tienes creatividad. La tienes, solo hace falta que la descubras.
¿Qué haces tú para estimular tu creatividad?
Te espero en los comentarios y en las redes sociales.
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