Tras haber integrado en mi vida cotidiana la practica de la caminata consciente en las rutas que suelo hacer cada día, el poder hacerla en la playa a primera hora de la mañana ha sido simplemente maravilloso.
Para quién no lo sepa, la caminata consciente es una forma de meditación mindfulness que consiste en simplemente ser conscientes de nuestro caminar. La practica de la meditación en la vida cotidiana es más fácil de lo que parece. Se trata de hacer consciente nuestro caminar cotidiano. El ejercicio básico sería:
Bien aleatoriamente en un sala, bien siguiendo una ruta (un paseo por ejemplo) caminamos sintiendo cada paso, sintiendo el apoyo del pie desde el talón hasta los dedos, todos los dedos. Aminoramos el paso haciendo más consciente el caminar. Hacemos conscientes las piernas, poniendo nuestra atención en ellas, y poco a poco hacemos consciente el cuerpo entero al caminar. Nos concentramos y ponemos la atención en nuestro cuerpo caminado, en las distintas superficies que pisamos, en el viento o en la ropa que nos roza la piel, en la respiración durante la caminata, en los sonidos. Es sentir el instante de lo que pasa en nuestro cuerpo y a nuestro alrededor mientras caminamos, lentamente, con atención.
Con la caminata con atención consciente hacemos también consciente nuestro cuerpo y lo que nos rodea.
Suelo aprovechar el camino hacia el colegio cuando voy a recoger a mis hijos para hacerlo. Unos 10 o 15 minutos. Es increíble cómo se aprecian locales, gentes que no ves cuando caminas con prisa, los árboles y cómo cambian con las estaciones, el sol, el viento y sobre todo el movimiento del cuerpo, la conexión con la tierra al posar todo el pie sobre ella.
Algunos consejos para hacer una Caminata Consciente son:
- Camina con el único propósito de caminar. Disfruta cada paso, cada instante, sin emitir juicios, sin ningún otro objetivo.
Respira conscientemente. Tal vez al principio esto se algo único que puedas hacer. Lo demás lo irás añadiendo con la practica. Presta atención a tu respiración mientras caminas. - Intenta dejar las preocupaciones en casa antes de salir y ocupa tus pensamientos en estar presente. Si te vienen pensamientos no te preocupes. Es normal. También practicas Mindfulness si te das cuenta de que te llegan pensamientos y los dejas pasar. Tan solo vuelve a poner tu foco en respirar y en caminar.
- Produce mucho más bienestar el hecho de darte cuenta de tu cuerpo, de caminar sin tensión. Esto incluye la cara. Sonríe, relaja los músculos, busca donde tienes tensión y en la inhalación trata de soltarla.
- Visualiza tus pasos.
- Fluye con el movimiento.
- Siente el aquí y el ahora.
… madrugada en la playa
Hacer una caminata consciente a primera hora de la mañana en la playa, cuando aún hay poca gente y la arena parece sin estrenar, es un ejercicio que os recomiendo. Con los ojos entreabiertos, evidentemente si no quieres caerte, te invito a caminar por la orilla y sentir la distinta temperatura del agua en los pies, la distinta textura de la arena por los distintos tramos, las piedrecitas que puedas encontrar, el aire fresco aún rozando el cuerpo, el sol saliendo tímidamente y calentando la piel. La conexión con la naturaleza es máxima. Las sensaciones, no por cotidianas son siempre conocidas en toda su esencia, te transportan a un sentimiento de gratitud infinita, de amor, de conexión. PLENITUD
¿Lo has probado alguna vez? Comparte tus sensaciones. Estaré encantada de leerte
27 julio, 2016
[…] forma de llevar la meditación al movimiento son las prácticas caminando, la realización de estiramientos y asanas (posturas de yoga). Todo ellos ayuda además a la […]