La debilidad o fortaleza necesaria para cumplir objetivos
Cumplir objetivos es tu principal meta porque si no, ¿para qué los tienes? Todos, hasta los que no somos de ponernos propósitos de año nuevo, tenemos objetivos a los que llegar. Y todos nos hemos derrumbado en ocasiones, porque los caminos hacia la consecución de objetivos no suelen ser rectos y sencillos. Podemos tropezar con una piedra, esforzarnos tanto al principio que nos quedemos sin energía o, simplemente, desmoralizarnos.
El proceso suele ser el siguiente:
- Introduces un nuevo hábito o proceso para cumplir un objetivo: deporte, meditación, escribir, crear algo, etc. O eliminar uno: comer menos, dejar de fumar, gritar menos, etc.
- Fallas un día, luego otro y otro más. Te dices: «soy un desastre».
- Te derrumbas, te desanimas y te planteas rendirte.
- Quizá pienses que eres débil, incapaz, que algo va mal en ti, que no eres tan fuerte como los demás… pensamientos de autonegatividad que no aportan nada en absoluto.
- Pero no, no hay nada malo en ti, no eres débil, no eres menos que otras, no te pasa nada. Lo frágil, lo que hace que te derrumbes, es el enfoque.
Cómo no derrumbarte para lograr tus objetivos
Si te derrumbas con cierta facilidad, es probable que hayas construido un sistema débil para conseguir objetivos. Y eso hace que, al primer o segundo contratiempo, te derrumbes.
Por tanto, lo que tienes que hacer es fortalecer el sistema. Un ejemplo: si haces ejercicio habitualmente, te sientes más fuerte y, cuando enfermas o tienes una época de estrés, te recuperas antes. Tu sistema es fuerte. Lo mismo ocurre con los sistemas mentales que estableces para trabajar y lograr tus objetivos.
Una mente entrenada y fortalecida se ve menos afectada por los fracasos, por el estrés, por el cansancio mental, por la sobreestimulación actual y la infoxicación.
Entrenamiento para fortalecer la mente
Algunas sugerencias para que fortalezcas tu sistema mental y no te derrumbes antes de cumplir tus objetivos son:
1. Si eres muy vulnerable al fracaso, practica con los más pequeños y poco a poco irás fortaleciéndote.
Observa si te frustras con pequeñeces como un olvido, perder el autobús, que falle la red wifi, que encuentres todos los semáforos en rojo, que te cierren una tienda un minuto antes de llegar, que la lluvia te empape cuando vas a una reunión, que no te aprueben un presupuesto, que te rechacen un informe… Observa y elige con cuales de esos fracasos menores vas a empezar. Date cuenta antes de reaccionar a ellos y maten la calma. Tu reacción mejorará con el tiempo y te harás menos débil antes del fracaso.
2. Abraza la incertidumbre, el riesgo, los desaciertos y la incomodidad.
Es decir, acéptalos y no los rechaces. Deja que esa sensación que no te gusta se quede dentro de ti sin hacerle ningún caso especial. Déjala quedarse o irse, sin que te afecte. Dale espacio para poder buscar en sus recovecos la calma y la confianza. La aceptación, el asumir que las cosas son como son y usarlas para construir, te fortalece más que la lucha o la evitación. Y te ayuda a superarlo.
3. Haz inventario cada semana de los pasos que das, los avances y las mejoras que consigues.
No te centres solo en lo negativo y en lo que sale mal.
4. Apóyate en gente de confianza.
En el terreno laboral son muy útiles los mastermind en el que un grupo de gente con intereses similares se da apoyo. Cada semana se suele hacer una puesta al día de logros y objetivos semanales. Si no quieres rendir cuentas con otras personas, hazlo contigo mismo.
5. Revisa tus hábitos, sobre todo los de salud, y elimina aquello que te puede hacer débil:
comida sana, ejercicio, no fumar, hacer pausas, dormir bien, pasear… Mente y cuerpo están íntimamente unidos y uno afecta al otro. El sistema es fuerte cuando cuidas ambos aspectos.
6. Entrénate en situaciones de estrés.
A veces es inevitable e, incluso, positivo y necesario. Es tu reacción la que puede no ser adecuada. Ponte a prueba en situaciones estresantes y observa tu comportamiento, el estado de tu mente y de tu cuerpo. Y a partir de este análisis, introduce las mejoras necesarias.
7. Sé amable contigo misma cuando fracases.
El autoflagelamiento solo te debilita más. Toma el aprendizaje que te dé para mejorar, para crecer y, con amabilidad, déjalo ir. Si sientes que te derrumbas recógete a ti misma. No se trata tampoco de evitar porque eso es ocultar tus sentimientos. Abrázate y sigue entrenando para que en el siguiente traspiés, que lo habrá, te derrumbes un poco menos o sepas salir antes de él.
8. Busca la oportunidad en cada situación.
Cada momento es un momento único que abre caminos. La vida es una sucesión de decisiones que, si las haces conscientes, son la oportunidad de acerarte a la persona que quieres ser, a tus objetivos.
¿Y ahora qué? Ahora, a trabajar
Te dejo una serie de preguntas para que puedas empezar a trabajar la fortaleza para no derrumbarte en la consecución de tus objetivos:
Pregunta 1:
¿Qué te debilita? Repasa tus hábitos: fumar, falta de ejercicio, alimentación poco saludable, pensamientos negativos, aversión a las críticas, relaciones sociales tóxicas, adicto a las redes sociales, etc.
Pregunta 2:
¿Hay algún disparador que haga que te derrumbes? El comentario de alguna persona, bloqueos, etc.
Pregunta 3:
¿Qué puedes tener que te ayude a levantarte en cuanto sientas que empiezas a derrumbarte? Algo que te ayude a tomar conciencia y no dejarte ir. O una red de apoyo con personas que de verdad te ayuden a recogerte y avanzar.
Pregunta 4
Si todo falla, ¿tengo un plan B?
Pregunta 5
¿Puedo ver la oportunidad en las dificultades y en los fracasos?
Pregunta 6
La decisión que vas a tomar ahora, ¿te acerca a la persona que quieres ser? ¿Te acerca a tus objetivos?
Si tienes objetivos que deseas cumplir:
¿Te derrumbas con facilidad? No te preocupes. Empieza a entrenarte para tener un músculo mental fuerte y una voluntad de hierro. Es posible si perseveras.
Empieza entrenando tu atención con el libro «Entrena tu atención para lograr tus metas» o con la reflexión diaria escribiendo. Busca tu mejor método y ¡a por esos objetivos! Que no se diga que, al menos, no lo intentaste.
Foto: de Teslariu Mihai vía Unsplash
27 febrero, 2021
Me ha encantado el artículo. A mi me cuesta encajar las críticas porque tengo un carácter orgulloso e irascible,estoy trabajando en ello pero me cuesta mucho porque va en contra de mi naturaleza. También me frustró cuando no me sale algo, pero lo vuelvo a intentar siempre, aunque nunca me salga. Por cierto, he visto alguna errata en el texto, así mejoras.
28 febrero, 2021
Hola, Victoria. Gracias por avisarme. Esas erratas traicioneras que el ojo no ve cuando llevas varias lecturas. Otro engaño de la mente. Lo que me dices es bueno porque sabes qué te ocurre. Ahora tienes que poner los medios para gestionarlo de la manea más beneficiosa para ti y tu entorno. Busca las herramientas, que las hay. Gracias de nuevo por el aviso. Feliz día.
28 febrero, 2021
Mi estrategia para cumplir los objetivos que me marco es dividirlos en pequeños pasos. De esa forma poco a poco los voy consiguiendo sin agobiarme en conseguir el objetivo final. Este llega a medida que avanzas y si hay un momento de decaimiento es más fácil superarlo.
3 marzo, 2021
Hola Antonio: Es una de las maneras que recomiendo (mira mi post Cómo mi madre dejó de fumar). Gracias por el tip. Un saludo