¿Se puede practicar mindfulness y discutir?.
Depende de tu actitud.
Para muchos será una pregunta absurda, para otros no. Desde que practico mindfulness, en algún momento que he discutido con alguien me han dicho: “tanto mindfulness, tanto mindfulness y te enfadas igual”. Igual, igual…., no, te lo aseguro.
A mis hijos, si me vienen con algún argumento de ese estilo cuando les riño, les contesto que me enfado con total consciencia. Es posible que me enfade menos, que discuta bastante menos aún, pero cuando lo hago, puede deberse a dos situaciones o actitudes diferentes:
1.- Que esté siendo reactiva. El modo “automático” vuelve a salir. La situación puede desbordarme, como a cualquiera, y no aplico lo aprendido con la práctica de mindfulness. Por las razones que sean. Ya os conté en el post lo que no es mindfulness, que los que lo practicamos no estamos todo el día levitando.
2.- Que esté siendo totalmente consciente. Esa discusión o enfado viene de una respuesta no-reactiva que doy desde la atención, siendo consciente de lo que siento, de los pensamiento y de lo que quiero decir. Desde mi práctica considero que esa es la respuesta que debo dar en ese momento.
Si ocurre el punto 1, la solución es practicar más. Aprender a no ser reactiva lleva tiempo y la práctica continuada es el único camino posible. Además, la irritabilidad puede ser consecuencia de dejar de meditar.
En el caso 2, la respuesta ha pasado lo que podemos llamar un “filtro mindfulness”. Además de la práctica en sí (ya sabes que unos minutos al día es mejor que nada) y la aplicación de la atención plena en las actividades diarias, puedes aplicar las actitudes mindfulness. John Kabat-Zinn propone 7 actitudes cuando enseña mindfulness, y generalmente se aplican a la práctica de la meditación. En este post las vamos a aplicar al momento concreto de una discusión.
La diferencia entre responder conscientemente y reaccionar automáticamente, son apenas unos segundos que el otro ni percibe.
Sólo las mentes que entrenan pueden realizar este proceso de consciencia en segundos. No creas que se trata de que, ante una discusión que se avecina, le digas al otro: “espera, que medito un momento y vuelvo”. Aunque pensándolo ahora, también puede ser una salida: el otro se parte de risa y se acaba la discusión.
Pero no, eso sería “evitar”. Y mindfulness no va de evitar, ni de posponer, ni de esconder.
Mindfulness es aceptar lo que ocurre cuando ocurre incluso en una discusión.
Cuando hay algo que te molesta, procura adoptar una actitud de calma y aceptación (respira profundo al menos tres veces). Ante una conversación que puede derivar en discusión, tu actitud y disposición pueden cambiar el tono de esa conversación al instante. Habla sin juzgar, con amabilidad y respeto.
Las 7 actitudes mindfulness en una discusión
Todas las actitudes mindfulness que nos sugiere John Kabat-Zinn son aplicables en una discusión:
1.- No juzgar.
Respetar la posición del otro sin juzgarle ni criticarle. Por un momento ponte en su lugar para comprender sin juicios el porqué de su actitud.
2.- Paciencia.
Escuchar con paciencia, sin esperar cambiar al otro y sin prisas por responder. La escucha activa, desde la calma, es un ejercicio de paciencia. Repite mentalmente las palabras del otro y frena si notas que necesitas empezar a hablar.
3.- Mente de principiante.
Si nos entregamos a la escucha de los argumentos del otro con mente de principiante, puede ser que oigamos razones en las que no habíamos pensado. La mente de principiante supone también no estar predispuesto a nada por discusiones anteriores con esa persona. Tomar este momento como su fuera la primera vez.
4.- Confianza.
Confía en ti, en lo que estás sintiendo en este momento, en tu sabiduría, en tus recursos y en tu bondad natural. Y confía en el otro, en su sabiduría y bondad. Confía en ti mismo sabiendo que se cometen errores. No tienes que convertirte en otro si no que tienes que tratar de ser tú mismo.
5.- No esforzarse.
No quieras cambiar al otro, ni resistirte a que diga algo que pueda cambiar tu argumento. No te esfuerces en salir victorioso subiendo el tono o rebatiendo todo lo que oigas. No quieras imponer. Discute con la confianza de ser tu mismo sin esforzarte por ganar. No es un combate ni una competición. Una discusión es un intercambio de argumentos. No lo conviertas en lucha.
6.- Aceptación.
Observa lo que ocurre durante la discusión y admite lo que pasa tal y como ocurre en el presente, sin intentar que sea de otra manera. Acumulamos mucha más tensión y gastamos mucha energía cuando intentamos forzar las situaciones para que sean como nos gustaría, en lugar de verlas tal y como son. No quiere decir que te resignes o que te mantengas pasivo, o dejarte vencer. Como has visto en la actitud 5, no hay lucha, ni vencedores ni vencidos. La aceptación en mindfulness significa simplemente desarrollar la disposición de ver las cosas como son para poder tomar mejores y más sabias decisiones.
7.- Dejar ir.
No apegarnos a nuestras ideas, creencias y costumbres a la hora de argumentar. Deja el pasado y mantente en el presente. Deja ir las ideas previas sobre la persona con la que discutes y confía en ella. Deja ir la ira, si te llega, poniendo tu foco en la respiración. Observa el problema sobre el que discutes como algo externo a ti. Tú no eres ese problema, tú no eres la discusión. No te apegues a ello.
Y deja ir ese momento cuando termine. No sigas rumiando en tu mente lo que has dicho o lo que te han dicho. Acabada la discusión suéltala y sigue tu camino sin rencor.
Quizá seas de los que no entienden que dos personas que han discutido, o que tengan posturas enfrentadas y contrarias, se lleven bien y se tomen un café amigablemente. A mí me parece maravilloso porque eso significa que no confunden la discusión con la persona que discute, la opinión con la persona que opina. Tú no eres la discusión y la otra persona tampoco. Saber aislar en cada momento lo que ocurre y no instalarlo en nuestra mente durante días es una cualidad muy mindful.
¿Cómo lo hago?
No es fácil y no lo vas a conseguir en la próxima discusión que tengas. Ve poco a poco. Puedes anotar las actitudes mindfulness en un papel o en el smartphone para recordarlas e ir aplicándolas una a una.
Para entrenar la mente y saber integrar las cualidades mindfulness en una discusión, practica las meditaciones básicas y de vez en cuando prueba con visualizaciones: hay varias meditaciones guiadas en las que pones mentalmente frente a ti a una persona con la que tienes problemas, o en las que visualizas un conflicto que has tenido. En cada meditación el ejercicio es diferente y te prepara para situaciones conflictivas.
Las soluciones pacíficas vienen de mentes abiertas.
Contacta conmigo si quieres saber más y te agradezco que compartas el artículo si crees que puede beneficiar a alguien.
Como siempre, agradezco cualquier comentario.
Photos by CloudVisual, Tim Goedhart and Tim Wright on Unsplash
25 noviembre, 2017
¡Muy buen artículo Pilar!
He empezado leyendo con una sonrisa de oreja a oreja … porque muchas personas se piensan que cualquier actividad (psicología, maestría, meditación, mindfulness …) son innatas (pasando un examen) y gracias a Dios no es así. Se necesita práctica. Mucha.
A mí me lo recordó el lama Drubgyu (del un centro budista de Huesca) que nos comentó que hay personas que meditan durante 30 años y que no consiguen trascender. ¡Ajá!
Es lo difícil de estar en la Tierra: somos duales y programados para serlo. Además enfadarse no solo viene bien si no que es necesario para poner “ciertos pesados” en su sitio.
Yo he mejorado mucho desde que analizo y cambio mis círculos de convivencia (5 personas con las que más tiempo pasas) con más frecuencia.
¡Gracias Pilar!
PD: Yo simplemente añadiría un “poquito” de color a este super artículo (pero es verdad que lo minimalista está de moda) ¡A tu gusto!
25 noviembre, 2017
Muchísimas gracias Ana, estamos en sintonía totalmente.
Para ser una persona que no se deja llevar por las modas, parece que ahora las siga (mindfulness + minimalista, jajjajaja). Decirte que estoy preparando una web en condiciones porque lo que ahora ves es apenas un blog y no da para más. Espero tu opinión cuando tenga la nueva. No sé si será minimalista; mi idea es invitar a la calma. Y sobre esa idea voy construyendo.
Feliz fin de semana
P.
26 noviembre, 2017
¡A por al super web! Vivimos en “excesos” y cualquier cosa que invite a la calma, tranquilidad, armonía será bienvenida.
26 noviembre, 2017
Hola, Pilar:
Me temo que yo voy a ser la “nota discordante” en tus comentarios, porque sigo sin entender muy bien cuál es la utilidad del mindfulness para mi vida – ojo, para la mía, no para la vida en general.
Las personas como tú, dispuestas a hacer ese ejercicio de autoconsciencia, me maravilláis. Yo no quiero hacerlo, y por lo tanto, no puedo. Mira, toda esa autorreflexión, ese ponerse en lugar del otro, ese “dialogar pero no combatir” va en contra de nuestra naturaleza predadora humana. Las personas somos combatibas (por que no serlo nos puede costar la vida) y todo este afan por la calma y la presencia nos roba una importante vía de escape para la tensión y el estrés. Enfadarse y gritar es sano, querer tener razón es sano (si la llevas, claro), y querer tener contrincantes y no contertulios es de lo más natural.
Voy a leer tus artículos con atención porque me producen muchísima curiosidad.
Un abrazo.
26 noviembre, 2017
Hola María,
hace poco se inició una discusión en LInkedin por alguien que decía que mindfulness era para gente feliz, porque para gente con problemas o situaciones de tristeza, etc, no se podía “ser mindful”. Pero es que esto no es así. Mindfulness es una actitud ante la vida. Entiendo tu postura y sé que no eres la única. Partimos de que no hay que buscar ninguna utilidad, elimina el “para”. El entrenamiento se hace por: por ti, por vivir una vida más sana igual que beber agua en lugar de bebidas azucaradas con las comidas, igual que elegir ir andando a un sitio en lugar de en autobús y hacer ejercicio por tu salud. Si buscamos la salud corporal, ¿por qué no mental?. Quizá con un trabajo de coaching haces autorreflexión. Mindfulness no es eso. La introspección no tiene por que ser autoreflexión necesariamente. Observar lo que te ocurre y auto-observarse no quiere decir reflexión ni autoanálisis ni buscar siempre los porqués. Precisamente una cosa que me atrajo era esa: tras una temporada leyendo y escuchando de gente cercana teorías y técnicas para saber por qué esto y lo otro, me di cuenta de que me daba igual. Por ejemplo, no me importa tanto saber por qué estoy triste, si no saber vivir con esa tristeza. Si indagas en el porqué te metes en la rueda del pensamiento sn fin. Aceptar que estás de una manera y vivir con ello sin que te invada la mente, es otra cosa.
Si has entendido que no hay que discutir, está claro que no me he explicado bien. Pero piensa una cosa: es muy distinto discutir teniendo claro que es lo que quieres hacer, con consciencia, que dejarte llevar impulsivamente y dar un grito automático y reactivo.
Mindfulness es mucho más sencillo que todo eso: básicamente es darse cuenta de nuestras reacciones y pensamientos. Ni la calma absoluta (que ni el Dalai la consigue) ni vivir en piloto automático reactivamente. Ambas cosas son poco naturales y estoy de acuerdo en que no van con nuestra naturaleza. La ecuanimidad y el equilibrio son, para mí, el camino.
Muchas gracias por tu comentario. Estaré encantada de leer todas las dudas y preguntas que te hagas.
Y me encanta tu blog. Hace tiempo que te leo.
Un saludo
Pilar
Por cierto, conozco gente que dice que no le va esto y resulta que son muy mindfulness en su manera de vivir. Y es que hay gente que no necesita un “entrenamiento” porque ya son muy mindfulness de nacimiento. Podría ser tu caso. Nos leemos!!
26 noviembre, 2017
Hola Pilar! Me encantó tu artículo!! Quiero iniciarme en el mindfulness, me parece muy interesante a todos los niveles. Qué libro podrías recomendarme o dónde podría encontrar esas meditaciones? Un saludo y enhorabuena!
26 noviembre, 2017
Gracias Martina. Libros hay un montón, como ya sabrás, y depende un poco de tus circunstancias y conocimientos. Para empezar de cero te recomiendo el de Vicente Simón, Aprender a practicas mindfulness, y si sólo quieres meditar unos minutos al día busca la App Intimind que tiene varias gratuitas. Así sabrás si te va bien. En este artículo recomiendo varios libros https://www.pilarncolorado.com/libros-mindfulness/
https://www.pilarncolorado.com/el-top-ten-de-los-libros-sobre-mindfulness-para-principiantes/
Para lo que necesites, aquí estoy.
Un saludo y gracias
26 noviembre, 2017
Hola, Pilar:
Me ha encantado tu post. Desde que practico la atención plena soy más paciente y sobre todo más consciente de cuando algo me saca de quicio. Ese trabajo de aceptación de lo que no es como me gustaría me ha ayudado a sulfurarme y discutir menos. Igual que a ti te pasa con tus hijos no sé si mi marido se ha dado cuenta pero yo sí estoy más consciente cuando discutimos desde nuestros egos en vez de simplemente intercambiar puntos de vista.
Como dices, la atención plena o mindfulness es un trabajo constante. Por eso practico cada día y sigo leyendo a los referentes para aprender más.
26 noviembre, 2017
Así es, Dorit. El único método en mindfulness es que no hay método. Cada uno va viviendo su vida y andando su camino, y desde la consciencia se disfruta más. Lo único que es claro es que la perseverancia y la constancia son clave para seguir caminano. Gracias por tus palabras
26 noviembre, 2017
Hola!!
Hace un año se cruzo el Mildfunnes en mi vida. Intento llevar a la practica lo aprendido en mi dia a dia. Solo soy una iniciada. Asi que apunto tus consejos. Gracias!!
26 noviembre, 2017
Genial Karina. Al final, como todo, es cuestión de hábitos. Un saludo
26 noviembre, 2017
Mindfulness, atención consciente o atención plena son términos que están muy de moda y en boca de muchos. Pero realmente ¿ el mindfulness en una discusión consiste en no discutir, en evitar el confrontamiento o en dejar que sea el otro el que gane? Nada de eso, por lo que he entendido. Pero siendo la discusión una reacción visceral, algo que brota de lo más intimo de tu ser ¿Cómo lo controlas?
Meditar, practicar el desapego, aprender a relativizar los problemas son actitudes que nos aportan paz. Y supongo que cuando llevas mucho tiempo puedes llegar a controlar tu reactividad, pero no sé cómo.
26 noviembre, 2017
Porque no se trata de controlar nada. Si realmente aprendes, poco a poco y con constancia, a crear ese silencio en ti, el segundo que pasa entre que algo te hace saltar y tu reacción reactiva, es suficiente para “darte cuenta” y elegir tu respuesta. Pero en momentos en los que de verdad estás atenta. Ya te digo que es algo que ni el Lama consigue. Todos tenemos nuestros resortes y gente alrededor que sabe cómo activarlos. Además, en muchos momentos no se trata de evitar la discusión, no podemos hacernos a un lado y que otros decidan por nosotros, es más bien que tú eres quien decide si toca enfadarse o no. Que la reacción del otro no sea la que decida por ti. Sé que en ocasiones es muy sutil y lo único que puedo aconsejar es la práctica. Hay que probarlo para decidir si va bien en tu vida o no. Muchas gracias por pasarte por aquí y por tu comentario.
26 noviembre, 2017
Siempre he pensado que igual que entrenas tu cuerpo puedes entrenar tu mente. Pero, a pesar de saberlo siempre encuentro alguna prioridad o excusa para posponerlo. Como emprendedora siempre digo que tener una mentalidad fuerte es vital para que mi negocio vaya bien, pero sigo teniendo un entrenamiento en serio en mi lista de pendientes.
Me parece un gran artículo Pilar, aunque lo del mindfulness para mi me viene un poco grande de momento.
26 noviembre, 2017
Gracias Mónica. Por eso de que me encuentro con gente que me dice lo mismo, trato de traerlo al mundo real, a lo cotidiano, a lo “posible”. Es cierto que con diez minutos al día y algún truco para “darte cuenta” durante el día, es suficiente para, al menos, mantener a raya el estrés y la ansiedad. Te invito a probarlo. Sólo el gesto de poner el despertador cinco minutos antes y sin salir de la cama, ponerte un audio de Intimind, ya te ayuda a afrontar el día con otro tono. De todas formas, cada uno tiene su momento. Si en un futuro quieres darle una oportunidad, no dudes en preguntarme lo que quieras. Un saludo
26 noviembre, 2017
Gracias Pilar por tu artículo y por tus aportaciones. Yo llevo más de 30 años meditando y practicando Mindfulness desde hace unos 10, así que entiendo perfectamente lo que planteas. En la vida, al final todo se ciñe a la práctica, así que poco a poco, con amor, con alegría y con mucha paciencia.
Sin dudarlo, te seguiré.
Un abrazo
27 noviembre, 2017
Yolanda gracias por tu comentario. Hace tiempo que te sigo a través de mi fan page en FB @ViviendoMindful. Como tu sabes, esto no es un fin ni una meta ni un objetivo; es un camino. Gracias por estar en él.
27 noviembre, 2017
Pilar, gracias por el artículo. Es genial. Últimamente me encuentro el mindfulness hasta en la sopa… ¿por qué será? 🙂
Todo es cuestión de actitud, y la actitud, al menos en mi caso, depende de mi estado de ánimo. Y cuando me dejo llevar por el modo automático y entro en bucle… ¡Suerte que saltan las alarmas y cada vez se acortan más los tiempos!
Me apunto las 7 actitudes para ponerlas en práctica. Me ha encantado: “Las soluciones pacíficas vienen de mentes abiertas”. Cuando estamos receptivas, todas las situaciones se viven de otra manera.
Felicidades de nuevo por el artículo.
27 noviembre, 2017
Gracias a ti Sònia. Precisamente porque al estar de moda empecé a ver cómo se prometían resultados y se decían cosas que no están en la esencia de mindfulness, decidí abrir el blog. Y de paso, ayudar a “abrir” mentes.
Un saludo
28 noviembre, 2017
A mi me encanta el mondfulness, aunque evidentemente requiere de mucha práctica y mucha autoobservación y eso no es fácil siempre y en todo momento, y menos en el transcurso de una discusión. Pero lo que está claro es que practicar mindfulness te ayudará a ser menos reactiva y a tomarte las cosas malas con más calma y por tanto a no enfadarte tanto.
Es un trabajo interno que cuesta pero que dará sus frutos.
29 noviembre, 2017
Así es. Aunque lo de la auto-observación no es tanto. Corremos el riesgo de mirarnos el ombligo continuamente y así el batacazo puede ser grande. Es la observación de todo lo que te acontece sin juzgar, sintiéndote libre para vivir con plenitud lo que te llegue (con actitud de avanzar. claro, la pasividad es una trampa) y vivirlo como lo que es. Y sí, requiere práctica.
Gracias por tus palabras. Un abrazo
29 noviembre, 2017
Me parece genial la discusión que se ha generado, además del post tan maravilloso que has realizado. Es cierto que el Mindfulness no es para todo el mundo y no todos tienen lo que “se necesita” para ello. Ya sea consciente o inconscientemente, porque a veces como dices se puede llegar a serlo sin saberlo y eso es bastante curioso.
El asunto está en que yo veo esto como una actitud ante la vida, creo que lo has mencionado en los comentarios y en alguna parte del post. Tú eliges a la final cómo quieres vivir tu vida, si acelerada, enojada, molesta todo el tiempo, irritable, malhumorada o en un estado de más relajación, felicidad, aprendizaje… También puedes elegirlo todo ¿Por qué no? El asunto es elegir y ser consecuente con esa elección. Que no es nada sencillo, pero a la final, mola mucho 🙂
Gracias por la reflexión Pilar, un abrazo 🙂
29 noviembre, 2017
Diana, me encanta como lo has explicado. Lo bueno de la moda mindfulness es que llega a mucha más gente y ahora es el turno de los que de verdad lo vivimos, como tú dices, como una actitud ante la vida, de despojarle de todo lo que no es. Y es como la madurez, a cada uno le llega cuando le llega. Gracias a ti. Un abrazo
29 noviembre, 2017
Muy interesante, nunca dejamos de aprender, me guardo tu articulo y tus aportaciones!
30 noviembre, 2017
Gracias
9 diciembre, 2017
Hola Pilar.
Mi problema principal y del que me cuesta muchísimo liberarme son las secuelas que me dejan las discusiones. Digo secuelas porque tras una discusión o enfrentamiento, me siento muy mal durante bastante tiempo. De entrada me amargan el día y después le doy muchas vueltas a la cabeza.
Soy una persona Serena y tranquila pero que no soporto las injusticias de los demás y me rebelo contra eso. Soy muy paciente con los demás y bastante empatico, quizás demasiado. Odio la confrontación.
No sé mucho sobre el mindfulness pero quizás sea una técnica que podría utilizar.
Como lo ves?
Muchas gracias por tus comentarios.
11 diciembre, 2017
Hola Jose. ¿Qué te voy a decir?. Lo veo genial. Porque al final el sufrimiento nos los buscamos nosotros y si ese tipo de discusiones te amargan el día, hay algo que trabajar en tu mente. Y con mindfulness aprender a observar esa discusión (problema, circunstancia, suceso…) de manera que no te dejas obsesionar ni dominar por ella. No es evitarlo, ni dejarlo de lado. Es verlo y aceptarlo de manera saludable para que no te reconcoma. Practicar meditación y aplicarlo a la vida cotidiana es, para mí, una muy buena decisión.
Gracias por pasarte por aquí. Un saludo