Lo confieso. He compartido en Facebook un video antes de verlo. Sólo el título, el comentario que le acompañaba y la confianza en quien lo colgó, me llevaron a compartirlo y dejar su visionado para después.
Y ahora que acabo de verlo, no puedo quedarme sin escribir esta reflexión.
El video se titula Moments.
Y de eso va, de momentos, muchos momentos, variados e irrepetible momentos.
La sensación de que me estaba “perdiendo” momentos de mi vida y de la de los que me rodean fue una de las razones que me llevó hasta el mindfulness. Ahora que acabamos un año y por todas partes nos invitan a pensar en los propósitos del año que comienza, quiero proponeros que penséis en los momentos pasados. De una manera mindfulness, es decir, sin intervenir, sin engancharnos al pensamiento de ese momento que recordamos, sin analizarlo ni juzgarlo. Simplemente traer momentos de este año (o de tu vida si prefieres) de una manera secuencial como en el video. Sin palabras, sin crítica, sin quedarte en esa imagen.
Puedes visionar el video pinchando aquí:
Moments
Ahora te propongo un pequeño ejercicio:
Dedica unos minutos a traer a tu mente momentos de tu vida tal y como aparecen en el video. Sólo imágenes secuenciales, dejándolas pasar sin pararte en ninguna, sin intervenir.
¿Ya?
Pues ahora sí, ahora:
- Piensa y date cuenta de si han sido muchos o pocos.
- Date cuenta también de si has podido solo “ver” la película de tus momentos o te has parado a analizar, juzgar, rememorar, despreciar…..
- No pienses en si han sido buenos o malos momentos. Todos ellos son parte de tí, de tu historia, y te han hecho ser lo que eres ahora, en este instante.
Retomamos la primera pregunta: ¿Han sido muchos o pocos?. Probablemente los que hayas visto con más nitidez sean los que has vivido de una manera más consciente. A menudo sustituimos el “ser consciente” en cada momento con la aplicación de fotos del teléfono móvil. Ese ansia por capturar momentos para que no se nos escapen provoca que de verdad nos perdamos el momento en sí.
Vemos nuestros momentos a través de la pantalla.
¿No crees que apreciaríamos más la belleza de los momentos y que gestionaríamos mejor “lo malo” si intentamos vivir de manera más consciente?.
Es la mirada de los niños. El disfrute de la vida con el que todos nacemos y que disminuye a medida que aumentan las preocupaciones cuando somos adultos. Por eso, porque todos nacemos con esa habilidad de vivir el momento presente, podemos entrenarnos para recuperarla practicando mindfulness.
Cada momento es nuevo. Vivámoslo así, con curiosidad, con amabilidad, con apertura, con satisfacción… sea lo que sea.
Porque ese es mi deseo de año nuevo para todos vosotros:
vivir los momentos en tiempo real.
Parece una tontería pero no lo es. Si mientras haces algo tienes la mente ocupada en otra cosa (recuerdo, preocupación, temor, etc.), el momento lo vives de pasada. Puede que luego lo recuerdes y puede que no. Tomate tu tiempo para sentir los momentos en tu cuerpo y fijarlos en tu mente, no en tu cámara. Date cuenta de lo que sientes, de lo que vives. ¿Algunas ideas?:
- Cuando comas algo saboréalo.
- Cuando abraces, siente profundamente el abrazo.
- Cuando llores, no te avergüences, date permiso y deja que las lágrimas recorran tu rostro.
- Cuando camines, siente cada paso, tanto la respuesta física de tu cuerpo, como las sensaciones al pisar, soltar….
- Cuando laves los platos, siente el tacto de todos los elementos: plato, agua, jabón….
- Cuando estés con tu hijo, déjale expresarse, acompañare con tu mirada y con tu presencia corporal.
Vive, sueña, ama…. Tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Sólo tienes que observar dentro de tí. Ahí está tu regalo. Cada día, cada momento es el regalo. Ábrelo y disfrútalo como un niño.
Que cada día seas feliz, momento a momento.
¿Te ha gustado el video?
¿Te ha sido útil el ejercicio?
La dificultad que puedes pensar que hay en ser feliz momento a momento está en tu mente. La practica continuada de mindfulness ayuda, y mucho, a sentir esa felicidad. Sólo hay que entrenar a la mente, dedicar cada día un rato hasta que sea lo habitual en ti. Date permiso para ser feliz.
Te espero en los comentarios y en redes sociales.