Entre los muchos artículos que he leído, animaciones y videos, me queda clarísima la idea de la “zona de confort”, y confieso que me la creí. Pero ahora no la comparto.
Cuando se utiliza la expresión “zona de confort” se hace referencia a esa vida que llevamos y que no queremos cambiar porque nos sentimos cómodos en ella aunque en realidad estamos deseando otra vida.
Yo a eso lo llamo “costumbre”, “miedo al cambio”, o “más vale malo conocido que bueno por conocer”.
Para mí la zona de confort es, sí, esa vida en la que nos sentimos cómodos. Y si estamos cómodos, ¿porqué cambiarla?. Yo, lo que realmente quiero es expandir mi zona de confort, hacerla amplia y más confortable. Y por eso decidí salir de una vida que no me gustaba.
Sí, a veces, muchas veces, es más fácil no hacer nada y seguir el ritmo de vida habitual, aunque no nos guste, por una comodidad mal entendida porque realmente no estamos cómodos. Lo que pasa es que no nos apetece cambiar, encontramos excusas continuamente, dejamos pasar los días deseando que los cambios vengan de fuera (ojalá me toque la lotería para….).
No, para mí esa no es la “zona de confort”. Esa es la zona del miedo, de la costumbre, de la excusa, de la debilidad.
Seamos valientes y digamos alto y claro que queremos más confort. Aunque para ello debamos dejar muchas costumbres y hábitos, aunque durante un tiempo nos suponga más trabajo, aunque tengamos que escuchar críticas y opiniones en contra.
Venga, sé valiente y dime:
- ¿En serio no quieres ganar dinero haciendo lo que te gusta?, venga reconócelo!.
- ¿En serio para ti es confort correr y correr todo el día sin casi tiempo para ti, aguantar un jefe que no te trata especialmente bien, no poder desarrollar tus habilidades, volverte loco al final del día lidiando con tus hijos, no tener tiempo para hacer más deporte o ir al cine o leer o escuchar música o tomarte una cerveza tranquilamente…. ?.
Piénsalo y responde-te.
¿Es eso la llamada “zona de confort”?
Para mí no.
- Porque si a lo largo del día te quejas de algo (de algo que sea habitual como el tráfico para llegar al trabajo, o tener que comer un sandwich en 10 minutos o la falta de reconocimiento de tu trabajo…), no estás en el “confort”.
- Si deseas ganar más dinero dedicándote a otra cosa (o a lo mismo pero de otra manera/en otro sitio), no estás en el “confort”.
- Si te cuesta mucho alcanzar tus deseos, por pequeños que sean, no estás en el “confort”.
- Si tienes claro que quieres cambios pero nunca das el primer paso por miedo (perdón, me dices que lo tuyo no es miedo, no quería molestarte, ya sé que es que tú…. vamos, que tienes muchas razones-excusas para no dar el primer paso…. perdona, pero eso para mí es miedo), no estás en el “confort”.
En fin, ejemplos hay muchos más. Al final se trata de vivir la vida que quieres (CONFORT con mayúsculas) o la que estás viviendo. Cuidado! no te estoy animando a que mañana ni aparezcas por la oficina. Para ir descubriendo cómo ampliar tu zona de confort sin tener que esperar a que te toque la lotería, te recomiendo que empieces poco a poco. Tan sólo un rato al día para diseñar tu nuevo proyecto de vida (ese es el paso 1, ¿ves? ¿a que no da tanto miedo?). Si no sabes ni por dónde empezar, puedes seguir un proceso de coaching personal, o … Hay bastante dónde elegir. Perdona si no te doy más consejos pero yo no soy coach. Te hablo desde mi experiencia personal.
Además, este post no iba de consejos. Tan sólo pretendo razonar por qué se nos aconseja tanto salir de la zona de confort! Si es lo mejor del mundo!!! Repite conmigo:
¡¡¡quiero más confort!!!
Por que, ¿qué prefieres?: ¿un sofá mullidito, cómodo, suave, envolvente?, ¿o uno duro, frío, áspero…?.
Yo lo tengo claro, prefiero el mullidito. Sobretodo si lo he conseguido haciendo lo que más me gusta, y si viviendo como me gusta puedo conseguir más sofás mullidos para mí y para los míos. ¿Te vienes?. Tengo café y cervezas!
26 marzo, 2016
[…] porque no lo entiende. Al final de la peli lo entenderá…. Esto tiene que ver con la manida “zona de confort”. Si sólo actuamos desde lo que sabemos, no salimos nunca de la zona de confort y no conoceremos […]