¿Qué haces cuando te sientes bloqueado?

¿Te has sentido alguna vez bloqueado ante una página en blanco?

¿O quieres hacer algo y te bloqueas pensando que no sabes ni por dónde empezar?

Hace unos días escuchaba un podcast de Ana González Duque sobre el bloqueo del escritor. Es algo común el temor que tienen muchos escritores al «síndrome de la página en blanco». Incluso aún teniendo clara la historia, puede ocurrir que no encuentran la palabra adecuada, el diálogo, la descripción o el giro necesario en el momento oportuno.

De la misma manera, tú puedes sentir bloqueos en distintos momentos de tu vida. Cada día es una página en blanco que debemos escribir momento a momento. Una página que de hecho escribimos aún sin ser conscientes de ello. Cada decisión y cada no-decisión, cada acto deliberado o automático, cada gesto, cada pensamiento van escribiendo nuestra historia.

Todos los niños nacen artistas. El problema es cómo seguir siendo artistas al crecer.

Pablo Picasso

Todos nacemos creativos. Unos plasman su creatividad de manera más evidente si se dedican a las artes plásticas, escritura, drama, música y otros son inventores, cocineros, diseñadores… No creas que ellos son más creativos que tú, que no te dedicas al arte. Puedes expresar tu creatividad incluso en el trabajo más aburrido del mundo. En tu mano está mirar con ojos creativos lo que tienes alrededor, observar con mente de principiante y responder en cada momento de manera no-reactiva. Dar la solución más adecuada a cada situación que se nos presenta requiere creatividad. Y por eso, a veces, nos bloqueamos.

La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.

Pablo Picasso

No creas que a los escritores les aparece la musa de repente y escriben de corrido (alguno habrá), ni que el pintor está las 24 horas del día inspirado. No funciona así. La creatividad no es una inspiración divina, no es una energía que mueve tu mano y escribe por ti. A escribir se aprende escribiendo, a pintar se aprende pintando, a meditar se aprende meditando y así podemos seguir con todas las actividades del mundo. Y la inspiración llega cuando llega. Por eso hay que dejar siempre la puerta de la creatividad abierta, para que la inspiración pueda entrar de su mano en el momento que llegue.

Grandes creativos han sido grandes trabajadores. El éxito requiere esfuerzo. Si eres escritor y tienes una idea en la cabeza, es probable que la lleves allá donde vayas y que veas objetos o vivas situaciones que te plantees llevarlas a tu historia. Piensa cuál es tu caso. Seguramente a lo largo de tus vivencias diarias hayas tenido momentos en que lo que has visto, oído o sentido te haya inspirado para algo de tu trabajo o vida familiar.

Por eso creo que la inspiración tiene mucho que ver con la atención. Darte cuenta de dónde pones tu atención es fundamental para crear y producir, sea escribir, pintar, cocinar, educar, elegir la ropa del día, decidir las extraescolares de tus hijos o las vacaciones del próximo verano. Y la atención se construye día a día, a través de las acciones y de los hábitos:

 Cuando estoy atento, me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor, dentro y fuera de mí. Si no atiendo, no sé lo que siento ni qué hacer con lo que siento.

¿Qué pasa entonces con el bloqueo?

Cuando parece que se levanta un muro que no puedes saltar o que las ideas se estancan y no fluyen, prueba a parar. El bloqueo o la resistencia es algo que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas, a veces con bastante frecuencia. Golpearnos contra ese muro y focalizarnos en el bloqueo, produce más estrés. Antes de que ocurra, para y deja que las cosas pasen.

Parar no es tirarte a la bartola y pasar de todo. Parar es tomar conciencia de lo que te está ocurriendo en este instante, hacerte cargo de lo que te ocurre y darte cuenta de que «algo» te bloquea. Puede que sepas qué es y eso te ayude a solucionarlo. O puede que no. Que no te agobie no saberlo. Respira y sigue con tu actividad, respira y medita, respira y sal a dar un paseo o a hacer ejercicio. Busca la opción que más te ayude a alejarte del bloqueo y a mirar desde otro punto de vista, con atención.

En el caso del escritor, un consejo es dejar la historia que se está escribiendo aparcada durante un tiempo, dejándola reposar y volviendo sobre ella más adelante. La misma idea la puedes llevar a la situación de tu vida en la que sientes el bloqueo. Parar y distanciarte.

Dejé un comentario al podcast de Ana González Duque aconsejando la meditación para los momentos de bloqueo. Pero no porque mindfulness sea la panacea y el solucionador de problemas que algunos quieren vender. La razón es que dedicar unos minutos a calmar la mente, nos ayuda a ver la solución o a decidir el paso a dar, de una manera más nítida.

Algunos meditadores principiantes dicen que justo al decidir parar y meditar, es cuando les viene un montón de ideas a la cabeza. Bien. No las deseches. Cuando la mente siente que te paras, aprovecha para lanzarte un montón de pensamientos que antes no tenían cabida porque la tenías ocupada con otras cosas. Es bueno que la mente lo haga. Y eres tú quién decide si te quedas dándole vueltas o los dejas pasar.

Es probable que alguno de esos pensamientos que ahora dejas pasar, los retomes tras la meditación y observes que ahí estaba la solución/idea que buscabas. Sólo tenías que dejarla salir de esa mente bloqueada.

Puedes aprovechar la meditación también para observar ese bloqueo o resistencia y preguntarte el porqué. Detrás de una mente que se resiste, suele haber un miedo, un recuerdo, una aversión a algo que no vemos. La observación nos lleva a encontrar la razón y actuar sobre ella.

Es como ese sendero en el bosque que de pronto aparece cubierto de hojas o ramas que no te dejan ver el camino por el que avanzar. Ese sendero que la brisa despeja, aclarando la ruta a seguir.

La meditación no es la solución a tus bloqueos, resistencias o problemas porque la meditación no tiene el objetivo de «solucionar» cosas, no es una medicina ni un remedio contra todo tipo de males. La práctica de mindfulness te brinda la posibilidad de observar ese bloqueo, resistencia o problema para encontrar dentro de ti la respuesta.

Así que ya sabes, eres un ser creativo, vive con atención para que la inspiración no te encuentre distraído y sé constante. Practicando meditación ayudarás a tu mente a estar atenta y a sortear los bloqueos creativos desde el presente con amabilidad hacía ti mismo y serenidad.

 

Te dejo con tres citas más de Pablo Picasso. Aunque hacen referencia al arte, sus frases son totalmente extrapolables a la vida:

Yo no busco; yo encuentro.

Yo no pinto lo que veo, pinto lo que pienso.

Yo no evoluciono, yo soy. En el arte, no hay ni pasado, ni futuro. El arte que no está en el presente no será jamás.

¡Gracias por compartir!

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