Recuerdo un jefe que tuve que se quejaba del tráfico de Madrid cuando volvíamos de una reunión cruzando la Castellana. Ese mismo trayecto lo había hecho otras veces con mi pareja siguiendo otra ruta, más larga en distancia pero menos en tiempo porque por las calles adyacentes apenas había coches. ¿Por qué hacer difícil lo fácil?
Creo firmemente que somos nosotras mismas las que nos complicamos la vida, consciente o inconscientemente, y no sé muy bien por qué. A menudo solo escuchamos quejas, inconvenientes, dimes y diretes de los demás, cuando todo es mucho más sencillo si te enfocas y le das la importancia que tiene.
Incluso dentro de las familias. Cuando quieres a alguien tratas de hacerle la vida más fácil, ¿no crees?
Mi propósito con mis proyectos es hacerte la vida fácil y hoy te voy a explicar cómo. Hazte esta pregunta:
¿Cómo sería mi vida si todo fuera fácil?
En principio, ya lo es si piensas que puedes llevar la misma vida que llevas, con sus obligaciones, compromisos, rutinas y diversiones, desde una actitud de tranquilidad, paz y satisfacción por el día vivido. No importa lo complicado que sea lo que tengas ahora entre manos, puedes hacerlo desde una actitud fácil.
¿Estás leyendo este artículo desde la prisa, pensando en todo lo que tienes que hacer después, o desde la relajación y la serenidad? El tiempo que te va a llevar hacerlo es el mismo, no se va a reducir el número de palabras, no va a cambiar el trabajo que tienes que hacer, porque tu mente quiera complicarlo.
Prueba a relajar los músculos, respirar profundamente, con calma, y sonreír muy levemente antes de empezar el día o la tarea. Puedes, además, ser consciente de la vida que hay en ti en este momento.
Es cuestión de actitud, de mentalidad.
Mentalidad de modo fácil
Tendemos a poner en el exterior la causa de nuestros estados internos: lo que nos dicen, lo que nos pasa, cómo nos ven los demás, qué opinan de nosotras y de nuestro trabajo, qué gesto nos devuelven, si llueve o hace frío o calor, si el médico tarda en atendernos o el tren se retrasa, si hay ruido o tráfico…
Piensa ahora si es posible que no sea sí, que tu estado interno depende de lo que tú elijas en cada momento: tranquilidad, felicidad, alegría, tristeza, ira, paz, asombro, nervios, miedo, serenidad, armonía, júbilo… Sin importar cómo sean las circunstancias externas, ni lo que hagan o digan las demás personas.
Desde tu mente puedes acceder a la paz y a la facilidad en cualquier momento y experimentar satisfacción. Esto es posible si vives con el sentido activado de amar la vida y apreciar cada momento.
Prueba a hacer algo que te suela poner de los nervios, en mi caso es hacer la comida a diario sobre todo si voy justa de tiempo, desde esta actitud y hazlo sencillo en tu mente, desde un estado relajado, antes de iniciar la tarea. ¿Notas el cambio?
Es demasiado frecuente que seamos nosotras quienes complicamos las cosas. Es lo que hace nuestra querida mente que siempre está pensando y elaborando argumentos para todos. Tenemos el enemigo en casa y te voy a dar unos ejemplos:
- Cuando escuchamos/leemos entre líneas lo que la gente dice y hace, y damos un significado adicional que no se dice; lo creamos. Por ejemplo, alguien te dice que no puede quedar contigo y tú interpretas que hay algún problema personal entre vosotros o prefiere quedar con otra gente, que ya no te aprecia…, pero es probable que no tenga nada que ver contigo.
- Cuando nos agobiamos por la cantidad de cosas que tenemos que hacer y eso nos paraliza y bloquea. Es nuestra mente la que dice lo difícil que es todo, lo desbordadas que estamos. Procura dejar esa voz de lado y simplemente ordena tu caos y actúa. Solo hay que empezar y un paso detrás de otro. A menudo resulta que no era para tanto.
- Cuando adelantamos un evento futuro en la mente creando una ansiedad que no se corresponde con el presente. Nos agobia pensar si saldrá bien, lo que dirían los demás, y otras ideas que solo producen estrés y una preocupación por algo que no es real.
Así solemos pasar los días la mayoría de nosotras: pensamos demasiado, nos preocupamos y nos complicamos de más. ¿Podemos hacerlo más sencillo? Date cuenta de por dónde va tu pensamiento cuando lo ves todo muy complicado y observa si es real o es tu pensamiento el que lo complica: ¿qué es lo más fácil o simple que puedes hacer en este momento?, ¿qué pensamiento está evitando que simplemente puedas hacer o ser?, ¿es real lo que piensas o es tu interpretación?, ¿esos pensamientos son útiles o dificultan tu tarea?, ¿qué actitud necesito para hacerlo sencillo?
Prepara tu mente para que esta sea la actitud por defecto.

Cosas que hacen la vida más fácil
La buena noticia es que no tienes que hacer nada, ningún esfuerzo adicional ni apuntarte a ningún curso ni cambiar nada, para vivir la vida de un modo más fácil. Solo ser consciente de cómo haces las cosas y actuar desde una mentalidad fácil a partir de ahora. Busca la sencillez en cada pensamiento, en cada actitud, en cada tarea. Nada más.
Pero, por si esto te parece muy ambiguo, voy a darte algunas ideas para que vayas practicando ese cambio de actitud, que tienen mucho que ver con el mindfulness informal y la práctica de la atención plena en el día a día (¿ya has descargado el ebook que regalo a los suscriptores?). Por ejemplo:
- Evita la multiatención y haz una cosa a la vez: cuando caminas, simplemente camina y aprecia cada paso; cuando hables con alguien, enfócate en la conversación; cuando te duches, aprecia las sensaciones que experimentas; cuando conduzcas… Haz cada tarea como si fuera única y tan completamente como puedas. Este es un enfoque muy simple que solemos olvidar. La escritura automática de la mañana es una buena práctica.
- Crea micro espacios entre tareas para hacer pausas. Prueba con la meditación de uno o tres minutos en la que te enfocas en la respiración. Unos segundos o minutos de inactividad para saborearlos y darte oxígeno. La evasión consciente es muy beneficiosa.
- Desactiva el piloto automático para poder apreciar la riqueza de cada momento: ¿caminas sin ver por dónde pasas?
- Una idea que obtuve de las charlas de Orden y Concierto es que recojas las cosas después de cada actividad. Por ejemplo, recoger la cocina y lavar los utensilios después de usarlos al tiempo que cocinas en lugar de acumularlos. Y así con todo. Incluso en el trabajo: no tengas todas las pestañas abiertas y mil carpetas sin orden. No dejar que se acumule nada ayuda a dar sencillez a la vida (actitud minimalista).
- Revisa si en realidad tienes que hacer todo lo que dices o puedes reducir tus tareas, delegar, utilizar procesos automáticos, etc. A menudo nos complicamos nosotras mismas por no tomar decisiones o decir que no.
- Aunque sea obvio, te recuerdo que priorices tu descanso y autocuidado desde el amor a ti misma. Si sientes que no tienes tiempo para descansar y dedicarte unos momentos al día, revisa tus tareas (vuelve al punto anterior). El autocuidado incluye revisar la dieta y dar importancia a comer despacio, de forma consciente, y no con prisas o de cualquier manera, hacer ejercicio físico y mental, etc. Por ejemplo puedes aprovechar las pausas que decía antes para hacer estiramientos o caminar.
- Algo que a veces olvidamos y que hace que vivas la vida con más tranquilidad es tener una finanzas sanas. Y con esto quiero decir que procures tener siempre algo guardado, un dinero extra que te permita vivir con menos agobio por lo que pueda pasar o salir mal.
- Todo esto no va a hacer que tu vida se vuelva plana. Como me habrás escuchado alguna vez, la vida no es una ruta en línea recta. Inevitablemente está llena de subidas y bajadas, de rocas y lagos, de llanuras y bosques. Por ello, en los momentos difíciles que puedas sentirte abrumada, para y reflexiona. Decide qué merece la pena priorizar, dónde tienes que poner tu foco y atención para seguir tu ruta.
- En relación con el punto anterior, hazte preguntas para simplificar tu vida y no complicarte de más, que la vida ya es complicada por sí sola: ¿cuál es la forma más sencilla en que puedes acercarte a las cosas que tienes delante?, ¿cómo puedes tomar decisiones con facilidad, en lugar de pensar demasiado? Busca respuestas sencillas y directas, sin circunloquios llenos de excusas y razonamientos. Lo primero que pienses. Vive con sencillez en cada interacción y tarea y vivirás en armonía.

Cómo puede ser la vida en el modo fácil. Pon atención
Insisto en que sé que la vida no es fácil, sobre todo en determinados momentos. Y también sé que esos malos momentos pueden ser peores si nuestra mente los complica más, así como que hay muchas ocasiones de vivir fácil sin complicarnos más la existencia nosotras mismas. Todos tenemos problemas, más similares de lo que crees, y sin embargo parece que para unos la vida es más fácil que para otros. Por ejemplo, una buena organización puede hacer más fácil un día complicado que dejarnos ir como pollo sin cabeza.
Si siempre estamos estresadas, estamos optando por el modo difícil y eso nos dejará agotadas de forma que nos quedamos sin energía para lo que requiera un verdadero esfuerzo. Estamos dirigiendo el foco y la energía a lo que no lo necesita. Saber dirigir tu atención, y por tanto tu energía, de forma adecuada es un superpoder y es algo básico para vivir sencillo (spoiler: se puede entrenar).
Buscar los momentos sencillos de la vida, como una caminata, el placer de compartir sofá con alguien querido, contemplar el océano o saborear un buen plato cocinado con mimo, es relajante y te recarga de energía. Incluso, si te preparas antes de la tarea, puedes hacer fácil hasta responder a ese correo que tanto te preocupa. La vida puede ser todo lo complicada o fácil que nosotras queramos, en la parte que podemos controlar.
Como decía más arriba:
Antes de cada tarea o momento complicado relaja los músculos, respira profundamente, con calma, y sonríe muy levemente antes de empezar, y sé consciente de la vida que hay en ti en este momento.
La sencillez de la vida está en disfrutar del ejercicio, del espacio, del silencio, de la respiración, de las relaciones, de la tarea bien hecha, del sosiego…
Entrena tu atención para darte cuenta de que quizá te estás complicando de más y para aprender a poner el foco en lo que realmente importa. Donde pones tu atención, pones tu energía.
Estás de suerte porque son salir de esta web tienes varias opciones para entrenar tu mente:
El libro Entrena tu atención para lograr tus metas
El audiocurso Entrena tu atención
El taller de escritura reflexiva
¿Haces tu vida fácil?
Cuéntame.
8 mayo, 2022
Como me decían hace algún tiempo, “simplifica”.
Salir del modo difícil me cuesta y sin embargo, qué gratificante es.
Muy buen artículo, te felicito.
13 mayo, 2022
Muchas gracias, Marta. Muy gratificante y te das cuenta de que eres más feliz haciéndote la vida fácil. Al menos yo. Bss